Es necesario empezar a distinguir la gran diferencia entre estas dos acciones:
Limpieza
La limpieza consiste en eliminar físicamente el material orgánico e inorgánico (suciedad) y otras impurezas de una superficie. Por lo general, para esta tarea se usan agua y jabón para platos. Si bien no destruye los gérmenes ni los virus, limpiar las superficies y los objetos de forma periódica con agua y jabón para platos reduce la concentración de virus y bacterias.
Desinfección
La desinfección consiste en usar sustancias químicas para reducir la concentración de microorganismos patógenos (como bacterias y virus) de las superficies o eliminarlos. En otras palabras, la desinfección permite matar un porcentaje elevado de gérmenes o evitar que estos se reproduzcan.
¿Cómo saber cuándo es necesario desinfectar y cuándo es suficiente limpiar?
Si bien los productos desinfectantes matan los gérmenes, también conllevan riesgos para la salud. Por este motivo, es importante saber en qué casos es necesario desinfectar y en qué casos es suficiente limpiar con agua y jabón.
Los productos desinfectantes contienen sustancias químicas que pueden causar irritación ocular y cutánea y que pueden ser tóxicas si se las traga. Estas sustancias químicas también pueden provocar irritación pulmonar y desencadenar episodios de asma y pueden ser especialmente peligrosas para las personas que tienen problemas respiratorios.
Además, estas sustancias químicas también son peligrosas para los niños si las tragan. En el hogar, no deben aplicarse productos desinfectantes a objetos que los niños toquen con frecuencia (como juguetes) y, especialmente, a objetos que puedan llevarse a la boca.